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¿Por que no llamarlo punto G?

por Beatriz Hernández
El punto G - blog de sexualidad y sexo

LA ZONA G: ¿POR QUE NO LLAMARLO PUNTO G ?

    Si buscamos un interruptor para encender la luz, toda nuestra atención irá encaminada a buscar ese interruptor, para que se haga la luz, obviando todo cuanto esté a nuestro alrededor. Esto es lo que pasó con la invención del “ punto G ”, en honor al señor Gräfenberg. ¿Quién va a saber mejor que un hombre la anatomía de una mujer?

 

Este término surgió en los 80, en Estados Unidos. Se presentó como remedio para conseguir un orgasmo “vaginal”, el bueno, el de verdad.

 

Este término surgió en los 80, en Estados Unidos. Se presentó como remedio para conseguir un orgasmo “vaginal”, el bueno, el de verdad.

Esta zona fue vendida como un punto de extremo placer el cual está ubicado en algún lugar de la vagina, cuanto más profundo mejor. Y bueno, no muy concreto, por ahí. Pero si lo encuentras, te proporcionará un placer extraordinario.

Y así, mientras se trate de buscar el punto g dentro de la vagina, se dejará de lado la estimulación del clítoris. Por lo tanto, ¿qué consiguió el “descubrimiento” de este “punto”? Relegar de nuevo el POCO protagonismo que el clítoris había conseguido. Le daba la razón a la falocracia. Sin penetración, no hay placer, y esto es lo que se llama coitocentrismo. 

La zona G en realidad está ubicada en la parte delantera de la vagina, la parte más cercana al abdomen. Es una zona, que se expande cuando te excitas. Para poder localizarla tienes que introducir el dedo corazón dentro de la vagina, y hacer como que quisieras tocar el muslito del pulgar. Además, la estimulación de esta zona es la que provoca la eyaculación femenina y las encargadas de esto son las glándulas de Skene.

 

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Sabiendo esto, cambia la cosa, ¿verdad? No necesitamos la penetración para gestionar nuestro propio placer, podemos hacerlo nosotras mismas, y puede gustarnos la penetración, pero sin que nos engañen con prácticas irreales. Y es que la sexualidad tiene la capacidad de empoderarnos y de hacernos felices.

 

Como postre:

El líquido eyaculado por las mujeres no tiene nada que ver con la orina y que la próstata tiene tejidos “homólogos” o “análogos” en mujeres y hombres. Afirmaba además que, en ambos sexos, su posición, tamaño, dimensiones y afecciones son casi idénticas.

 

Biografía y libro recomendadísimo: Coño potens. Diana Torres.

 

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