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PORNO LLORAR

por Beatriz Hernández
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PORNOGRAFÍA Y EDUCACIÓN

“El porno tiene mucho que enseñarnos sobre el consentimiento y la sociedad en general.”

Así comienza el capítulo sobre pornografía de Shaina Joy en su libro “La palabra más sexy es sí”.  Según estudios recientes, sobre los ocho años se empieza a consumir pornografía, sin educación sexual que lo respalde, inevitablemente genera un impacto sobre las creencias acerca de la sexualidad de esa persona que están en plena construcción.

Shaina Joy Machlus
Su primera obra es una guía pionera para erradicar la cultura de la violación, que se une a la nueva ola de feminismo global. Shaina Joy Machlus (Nueva Jersey) es escritora, periodista, traductora, profesora de inglés en Elisava (Barcelona) y licenciada en biología y ciencias de la salud.

Si además, a esto añadimos el contenido audiovisual que se consume a diario, como los programas de televisión, los videojuegos, la letra de las canciones, los videoclips de música o los anuncios sexistas entre muchos otros, lleva a cuestionarnos que es lo que más impacto genera realmente a la hora de integrar cómo ha de ser una relación, si la pornografía o el día a día.

En las películas parece que hay que decidir entre pasión o consentimiento, donde suele ganar la pasión del momento. Relaciones heterosexuales donde el hombre se niega a aceptar un no por respuesta y le persigue hasta el aeropuerto, o donde haga falta para “conseguirle”.

Escenas donde se ve desde una perspectiva muy diferente el iniciar una posible relación sexual, siendo los hombres los que parece que tienen que convencer a las mujeres y las mujeres se “aguantan” como el llegar a mantener relaciones sexuales fuera un premio para ellos y no para ellas mismas. ¿Entonces se trata del porno gratis o de nuestro día a día?

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Hacer culpable a la pornografía es desentenderse de un problema social del que somos parte y ponérselo a un ente. Si no asumimos nuestra responsabilidad nada va a cambiar

ESTIGMATIZANDO LA PORNOGRAFÍA

Se ha estigmatizado la pornografía posicionándola como si se tratara del enemigo a combatir, como si el porno amateur fuera el origen de la cultura de la violación. Lo que muchas veces cuesta asumir es que hacer culpable a la pornografía es desentenderse de un problema social del que somos parte y ponérselo a un ente. Si no asumimos nuestra responsabilidad nada va a cambiar, y es que aunque el porno no existiera, la cultura de la violación seguiría manteniéndose.

El porno no deja de ser un reflejo nuestra la sociedad, muestra relaciones sexuales donde se perpetúan las relaciones de poder del patriarcado que vemos en absolutamente la mayoría de películas independientemente del género, en anuncios, en revistas y en un sinfín de lugares. Con la mayoría de videojuegos, deportes, música y demás imágenes dirigidas a hombres, casi todos refuerzan la idea de que es el hombre el que ha de ser fuerte y varonil y las mujeres existen para su uso y abuso.

El porno gratis no ha inventado esta opresión, la refleja. Asusta, pero queramos o no, el mensaje subliminal de la cultura de la violación está en todos los medios de comunicación.

INFLUENCIA DE LA EDUCACIÓN Y COMO AFECTA A NUESTRAS CREENCIAS

A modo de demostrar la influencia de la educación en cómo nos afecta en relación a nuestras creencias, los psicólogos Edward Donnerstein, Daniel Linz y Steven Penrod, realizaron un estudio para su libro “El asunto de la pornografía”, en el cual participaban cincuenta y dos hombres cis (Aquella persona que teniendo una Identidad de Género su expresión se corresponde con lo que entiende la sociedad que sería la manera de expresarse a nivel social on esa Identidad de Género.) los cuales debían ver una película violenta distinta cada día durante cinco días.

La hipótesis a demostrar era que cuantas más escenas violentas ve una persona o más próxima tiene la violencia en su día a día, su nivel de violencia es más elevado por lo que le resulta más difícil identificar una situación de violencia.

Para poder evaluar la capacidad de los hombres en el proceso de desensibilización, estos debían informar sobre los cambios que iban notando en lo que inicialmente habían descrito que concebían como violento. En el transcurso de estos cinco días de experimento los hombres cis evaluados consideraron que las mujeres agredidas o violadas en las escenas de las películas estaban menos afectadas que lo que pensaban los hombres cis del otro grupo control.
Tras solo cinco días, cambió su percepción, y consideraron que el material violento que habían descrito como agresivo en un inicio, ahora lo era menos. Cinco videos y cinco días.  

CONCLUSIÓN DEL EXPERIMENTO RESPECTO A LA PORNOGRAFÍA

Esto nos lleva a la conclusión de que este proceso de familiaridad, de desensibilización es tremendo y peligrosamente rápido. Este se da en nuestra sociedad, ya sea a través de la pornografía, del porno amateur o de cualquier manera implícita o explícita a través de la cual integramos la violencia hacia las mujeres.

La industria del porno no va a desaparecer. El punto no es si pornografía si, o pornografía no. Sino que si se va a consumir porno a través de la pantalla que este sea de forma responsable

Y es que la industria del porno no va a desaparecer, ni por parte de quienes lo consumen ni de quienes trabajan en ello. El punto no es si pornografía si, o pornografía no. Sino que si se va a consumir porno a través de la pantalla que este sea de forma responsable, siendo conscientes de que es una película de ficción y no como un modelo a seguir.

Enseñar y aprender a diferenciar entre realidad y ficción.

FAQS

¿QUÉ ES EL PORNO?

El término porno (en su forma abreviada) hace referencia al material que representa actos sexuales o actos eróticos con el fin de provocar la excitación sexual del receptor. El cine pornográfico se ha desarrollado desde los 70 hasta convertirse en el género erótico más típico. A veces «pornografía» se entiende como «cine pornográfico», aunque en absoluto han desaparecido la literatura y el arte eróticos (véase historia de las representaciones eróticas). La pornografía se manifiesta a través de la animación, el cine, la escultura, la fotografía, la historieta, la literatura o la pintura, y ha logrado un gran auge en los medios, como las revistas pornográficas e inclusive sexo telefónico e Internet. Lo más utilizado en estos momentos

¿El porno es malo?

Si lo tomamos como ficción por supuesto que no. Además hay un estudio del científico Simon Louis Lajeunesse que defiende que ver pornografía no es perjudicial para la salud mental y física del televidente.

1 comentarios

Alberto48 7 diciembre, 2020 - 1:54 am

Soy profesor jubilado me interesa la política, la sexualidad y otros. Por lo que leo 1ra. vez que hablan sobre la pornografía en su sentido real. !No hables de política! !No hables de sexualidad! Cómo en la edad media. sería interesante que entrevisten a un profesor colombiano
qué enfrento el embarazo adolescente y recibió un premio mundial como el mejor profesor.

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