HERRAMIENTAS PARA HACER EDUCACIÓN SEXUAL CON LOS MÁS PEQUES
¿Por dónde empiezo? ¿Cómo lo hago? ¿Cuándo hay que hablarles del tema?
Si pensamos en educación sexual y peques, probablemente nos venga a la cabeza la imagen de la cigüeña para explicarles de dónde vienen los bebés. Pero hay mucho más, cuando nos surgen dudas de por qué exhiben sus genitales, se miran, se exploran, si le gustan las chicas, los chicos, si juegan a que los muñecos son pareja y mil dudas más, vemos que el centro de nuestras dudas no es la reproducción, ni mucho menos. Esto viene por la idea reproductora que nos ha llegado de la sexualidad.
Jubilemos a la cigüeña en la educación sexual
Durante mucho tiempo se utilizó ese recurso para “salir del paso”, pero muchas veces solo les genera más dudas que son respondidas con otras historias que no hacen más que complicar aquello que en un principio quería ser sencillo ¿Entonces los nidos de cigüeñas están llenos de bebés? ¿Soy un pájaro? ¿Si nos trae la cigüeña, que hay dentro de la barriga en un embarazo? ¿Por qué hay bebés que salen de un parto y a mí me trajo una cigüeña? ¿Ceso es que cuándo se tiene el bebé la cigüeña se lo lleva? Es una tarea difícil explicar lo que a mí no me han explicado, pero igual que les hablamos sobre cómo lavarse los dientes, cruzar la calle o interpretar semáforos, es importante educar en conocerse, cuidarse y protegerse. Esto es educar en sexualidad, para enriquecerse así de ella a lo largo de su desarrollo de una manera positiva.
¿Y CUÁNDO EMPEZAMOS A HABLARLES DE SEXUALIDAD?
Desde el momento en el que nace ya estamos educando en sexualidad. Los silencios, comentarios, cambiar de canal, la higiene, cómo muestro afecto… todo eso ya es educación sexual que está recibiendo porque soy su modelo de referencia. La sexualidad es algo innato que nos acompaña a lo largo de nuestra vida, no hay un momento determinado donde de repente aparezca, la tenemos desde el mismo momento en el que nacemos. Por eso vamos a ver algunas herramientas que puedes poner en práctica para hacer educación sexual a peques.
Predisposición de escucha
Es importante preparar un contexto adecuado donde se sienta a gusto para preguntarnos y practicar la escucha activa ¿Cómo? Que sientan que sus preguntas van a ser escuchadas, respetadas y atendidas. Que no van a ser juzgadas y sobre todo respetando la intimidad. Puedes preguntarle cuál es su preocupación, donde ha escuchado eso, que piensa de ello. Y siempre, adaptando el lenguaje a su edad. Es importante tener presente que hablan, preguntan y actúan con mente de principiante, desde su curiosidad. Por eso debemos dejar de lado nuestra mi visión adulta de la sexualidad.
Naturalidad
Que sepan explícitamente que se puede hablar de sexualidad, no dejarlo en el aire. Si te da vergüenza, no pasa nada, expresar esta sensación de vergüenza también es demostrar naturalidad, pero no por ello evitar las preguntas, sino reforzamos el tabú. Si por ejemplo nos pregunta ¿Qué es follar? Deberemos quitar el coito de la cabeza, bajar a su nivel e ir preguntando. Nos preguntan por lo que escuchan o ven, por eso es importarte ir a su nivel y averiguar qué es lo que quieren saber realmente.
No lo sé todo
Mentir no es una opción. Si hay algo que no sabemos, que no lo tenemos muy claro, que no sabemos si es cierto del todo, no pasa nada “Me encanta que me lo hayas preguntado, me parece importante tu pregunta, voy a tomarme un tiempo para consultar e informarse y cuando tenga la información te lo digo”. Mostramos naturalidad, interés y además abrimos un espacio para tratar el tema de nuevo en otro momento.
Referentes en casa
Somos su referente, por eso es importante que no reproduzcamos valores poco igualitarios, sexistas u homófobos. Un aspecto muy importante en este sentido es el lenguaje, expresiones como “No me toques los huevos, esto es un coñazo, estoy hasta los cojones” hace que asocien los genitales como a algo despectivo. Y es que tienen muchas palabras asociadas a sus genitales como insultos por este motivo ponerles el nombre que les corresponde y evitar este tipo de expresiones hará que se reconcilien con esta parte de su cuerpo. Así mismo, es importante que aceptemos y respetemos sus deseos, su identidad, orientación, sentimientos, y que les apoyemos con aquellas inquietudes que nos planteen.
No me pregunta nada ¿Cómo trabajo la educación sexual?
“No me pregunta nada, cuando le digo algo se muere de la vergüenza” Aquí ya ha integrado que sexualidad es sinónimo de algo vergonzoso, o que no se puede hablar de ello. Por eso, tendremos que trabajar la naturalidad, la disposición de escucha y aprovechar cualquier ocasión para retomar el tema, desde algo más “neutral” hasta algo más íntimo. Y es que aunque no pregunte, tiene curiosidad. Aprovechar momentos, series, temas, relaciones de riesgo, sexting, celos, aprovechar para verlas en común y debatir sobre ello. Debemos en este proceso tomar en serio lo que nos preguntan, lo que nos dicen. Por eso es tan importante empezar a hablarles de aspectos de la sexualidad desde peques, para tener este trabajo hecho y que luego haya las mínimas resistencias.
Tenemos que tener varias cosas en cuenta al hablarles de sexualidad a los más peques. Aquí te dejamos los mejores consejos para empezar:
1. Predisposición de escucha
Es importante preparar un contexto adecuado donde se sienta a gusto para preguntarnos y practicar la escucha activa
2. Naturalidad
Que sepan explícitamente que se puede hablar de sexualidad, no dejarlo en el aire.
3. No lo sé todo
Mentir no es una opción. Si hay algo que no sabemos, que no lo tenemos muy claro, que no sabemos si es cierto del todo, no pasa nada “Me encanta que me lo hayas preguntado, me parece importante tu pregunta, voy a tomarme un tiempo para consultar e informarse y cuando tenga la información te lo digo”
4. Referentes en casa
Somos su referente, por eso es importante que no reproduzcamos valores poco igualitarios, sexistas u homófobos.
5. No me pregunta nada ¿Cómo trabajo la educación sexual?
Aquí ya ha integrado que sexualidad es sinónimo de algo vergonzoso, o que no se puede hablar de ello. Por eso, tendremos que trabajar la naturalidad, la disposición de escucha
La sexualidad es algo innato que nos acompaña a lo largo de nuestra vida, no hay un momento determinado donde de repente aparezca, la tenemos desde el mismo momento en el que nacemos.