A pecho

por Beatriz Hernández
blog de sexualidad hipersexualidad de pechos

A Pecho

    ¿Te resulta excitante que te estimulen el pecho durante una relación sexual?
Si no te lo habías planteado nunca, este es el momento. Si quien lo estimulas eres tú, también es el momento de planteártelo.

 ¿Lo haces por la otra persona, o por ti?
Quizá digas que lo haces por esa persona y por ti, pero ¿se lo has preguntado alguna vez? ¿Te lo has preguntado alguna vez? El pecho, es la región del cuerpo humano comprendida entre la base del cuello y los hombros hasta el abdomen, situado en la parte delantera. Por lo que absolutamente todo el mundo tiene pecho. Probablemente al decir pecho lo hayas asociado a las tetas o senos.

¿En qué senos estás pensando?

He de decirte, que también tiene senos todo el mundo, aunque es muy probable que tu imaginario de senos se haya ido a los asociados como femeninos, protuberantes, tersos, redondos, altos y duros. ¿Por qué? Tetas.
Casi todas las que se visibilizan como femeninas son iguales, probablemente, si preguntas a alguien, tendrá la misma imagen que tú, o muy similar.

¿Y esto a qué se debe?

A una hipersexualización del pecho asociado como femenino. Las vemos en la gran mayoría de películas, fotos, anuncios, acompañando casi siempre a un producto que poco o nada tiene que ver con ellas. ¿El problema es enseñarlas? No, por supuestísimo que no. La zona más sensible de los senos socializados como femeninos, son los pezones. Los cuales están censurados a ser visibilizados en las redes sociales, cosa que no ocurre con los asociados a los masculinos. Luego encontramos la censura subliminal.
Si vas sin sujetador y sobresalen los pezones erectos, estos son motivo de miradas incómodas, que pueden llevarte a sentirte violenta con tu propio cuerpo y querer disimularlos o taparte. Esto es debido en gran parte a una creencia social de que el único motivo de erección de los pezones es la excitación, cosa de que además de ser falsa, y deberse a multitud de factores, si fuera este el motivo, a quien mira, ni le va, ni le viene, si estás excitada o no. blog-de-sexualidad-free-the-nipple
Cuando un pezón erecto es de un hombre sin pechos voluminosos, no entra en juego absolutamente ninguna de estas cuestiones ni juicios. Free the Nipple es un movimiento igualitario centrado en la doble moral con respecto a la censura de los pechos femeninos iniciado por la activista y cineasta Lina Esco

¿Qué es lo que pasa? Como decía antes, el pecho socializado como femenino esta hipersexualizado. Sobre todo en la pornografía mainstream, consumida por la gran mayoría de público masculino cishetero. Lo que invita a pensar equivocadamente, que amasarlos como si fuera una pelota antiestrés o con fuerza, es sinónimo de placer. Recordemos que la mayoría de películas porno están centradas en el placer del hombre heterosexual, por lo que tenerlas como referente de aprendizaje, da lugar a expectativas nada realistas de las relaciones sexuales y por ende a un malestar por una o ambas partes de la relación. Y es que ni todos los pechos ni pezones son iguales, ni todos reaccionan de la misma forma a los diferentes estímulos.

Absolutamente todos los tipos de pechos están bien, no por ser más similares a los estereotipados son más funcionales.


Hay tantas maneras y gustos como tipos de pezones y pechos. Hay a quien le excita la estimulación y a quien no. Muchas mujeres se sienten acomplejadas con sus senos porque no son como han visto, les han dicho, o han escuchado, que deberían ser. Y es lo que les limita o censura a explorar esta parte de su cuerpo y descubrir si les gusta la estimulación o no. Absolutamente todos los tipos de pechos están bien, no por ser más similares a los estereotipados son más funcionales.

Todas las sensaciones de los pechos, senos, tetas, están bien. Todas las formas que tenga tu piel de sentir placer están bien. Hay a quién le gusta que sean estimulados, a quien no, y a quien le gusta de una determinada manera. Puedes tener un orgasmo solamente a través de la estimulación de tus pezones. Ni eres la única, ni eres rara porque te pase cualquiera de estas cosas.

Comparte las experiencias con tu entorno femenino y te darás cuenta de que no tiene por qué gustarte que sea estimulado de la manera en que se ha enseñado que debería de ser, ni directamente, tiene por qué gustarte. Si no se habla no existe, y tus preocupaciones o curiosidades, son importantes. Y de verdad, pregúntate si quieres que te los estimulen, si lo haces por ti, o por la otra persona. Y si eres tu quien te gusta hacerlo, pregunta a la otra persona si le apetece, o le gusta, antes de apretar como si no hubiera un mañana, que además de tu excitación, también está la suya.

Puedes lamer, acariciar, succionar, estimular suavemente, morder, pellizcar, apretar, utilizar aceites o geles de efecto calor, ceras, pintura comestible. ¡Hay una gran variedad, tanta como personas, momentos y gustos! Es tan fácil como preguntar, y si no, tienes 2m2 de piel para investigar.

Por otra parte, si te excita ver pechos o pezones y no quieres estarlo, o te resulta incómodo verlos por tus historias, es tan sencillo como no mirar, y no censurar a quien si lo quiere hacer porque o bien tu no quieres hacerlo, o bien hablas desde el privilegio de decidir si quieres hacerlo o no.

1 comentarios

Fotescort 1 febrero, 2019 - 6:35 pm

Estoy de acuerdo, al igual que las personas cada uno tiene sus gustos con los pezones, a unos más y a otros menos. Se trata de probar y ver el resultado final de cuando haces o te lo hacen.

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